El Camí del Riu es una ruta por los espacios fluviales del Alt Penedès. El itinerario completo son 43 kilómetros y abarca siete municipios. En este artículo explico uno de los tramos del Camí del Riu, el que va por los municipios de Torrelavit y Sant Pere de Riudebitlles. Es una excursión fácil y sin apenas desnivel, adecuada para hacerla con niños, donde verás columpios sobre el río, pasarelas, molinos y campos de viñedos.
Información técnica de la excursión
- Punto de inicio: calle Major de Torrelavit. Ubicación en Google Maps.
- Distancia: 5,7 km.
- Tiempo: 2 horas
- Ruta circular.
- Dificultad: fácil
- Wikiloc
Ruta del Camí del Riu de Torrelavit
En Torrelavit aparcamos en la parte alta del pueblo (ubicación aquí), en una zona con muchas plazas de aparcamiento al lado del pabellón polideportivo. Hay varias mesas de pícnic, una pista de fútbol y básquet y un parque infantil. Aquí te puedes quedar a comer al finalizar la excursión del Camí del Riu de Torrelavit. Si no, siempre puedes buscar aparcamiento cerca de la calle Major, que es donde empieza la ruta.
El Camí del Riu de Torrelavit empieza bajando por unas escaleras que hay en la calle Major, y que van a parar al río de Bitlles (ver ubicacion). Justo al lado está el Centre d’Interpretació de l’Aigua de Torrelavit, que quisimos visitar pero estaba cerrado. Este centro explica la relación que el agua ha tenido con el entorno. Suelen hacer actividades y visitas guiadas.
Río de Bitlles
En este primer tramo, la excursión va paralela al río de Bitlles que provee de agua a los huertos de Torrelavit. Deberemos cruzar el río en tres ocasiones por pasarelas de madera, que son bastante estrechas pero que le dan emoción a la ruta.
Tras pasar por al lado de un campo de viñedos, cruzaremos por dejado de un puente metálico de color rojo llamado el Pont dels Mussons. Una parte del puente se construyó en el taller de Eiffel, como el puente de las Peixateries Velles de Girona. La verdad es que se parecen bastante.
Si nos desviáramos por el camino asfaltado de la derecha, volveríamos a Torrelavit. Por debajo del puente están los antiguos lavaderos. Nosotros debemos seguir por el camino que queda a la izquierda del río.
La siguiente parte del Camí del Riu es la más bonita. El sendero está rodeado de enormes árboles plataneros, con millones de hojas caídas (sobre todo si vas en otoño). A la derecha hay una pequeña presa y la primera sorpresa de la excusión: un columpio para balancearte sobre la presa del río. Pero está tan alto que yo, que soy bajita, soy incapaz de subirme.
Seguimos caminando por este sendero, con la típica vegetación de ribera, y volvemos a cruzar el río por otra pasarela de madera. No te preocupes porque la excursión del Camí del Riu no tiene pérdida, ya que hay postes de madera con un animal dibujado en color azul (diría que es un castor, pero no estoy segura).
El Camí del Riu abarca los municipios de Subirats, Sant Sadurní d’Anoia, Torrelavit, Sant Pere de Riudebitlles, Mediona y Sant Quintí de Mediona. Se creó para proteger el ecosistema fluvial de los ríos Mediona-Bitlles, Anoia y Lavernó. El río Mediona nace en la Serra d’Ancosa (aquí puedes ver una ruta) y cuando llega a Sant Pere cambia el nombre por Riudebitlles.
Molinos papeleros de Torrelavit
En Torrelavit aprovecharon el agua del río Bitlles para establecer molinos papeleros, como en la localidad Capellades en la Anoia. En esta zona hubo hasta 12 molinos en el siglo XVIII. El primero que vemos es el Molí Blanc, ahora reconvertido en una bonita casa rural con piscina con capacidad para 14 personas. Tienen caballos y un corral con gallinas, de las que venden sus huevos ecológicos. En este molino se fabricó papel hasta 1998, cuando el actual propietario compró el molino y lo restauró.
Antes de llegar al Molí Blanc hay dos columpios más, uno de ellos en forma de triángulo al que sí me pude subir. ¡Qué sensación el balancearse por encima del río! Parece que te vas a caer.
Tras subir un repecho, pasamos por delante de dos masías: Can Comas y Can Batllori. La Masia Can Comas es otro alojamiento rural, al lado de la bodega Pardas. Tiene capacidad para cinco personas, con barbacoa, chimenea y piscina. Organizan visitas a la bodega para los huéspedes.
Más adelante veremos otro molino papelero, el Molí Xic. Es un centro de arte, donde además de elaborar su propia cerveza artesanal, las tardes de los viernes de verano hacen conciertos y hay foodtrucks. La foto del ciprés con ojos está en la carretera de acceso al Molí Xic.
Tras rodear el Molí Xic por una pista de tierra, debemos tomar un pequeño sendero que apenas se ve. Está en una de las curvas, a mano derecha. Si llegas a la entrada del Molí Xic, es que el desvío te lo has pasado del largo.
Hay que bajar por unas escaleras de madera por un camino con bastante desnivel. Tras cruzar una pasarela de madera sobre el río, nos encontramos con la Font de l’Enramada. Hay una placa para recordar que en el año 2002 varios grupos excursionistas y de vecinos, recuperaron el camino de las 100 escaleras que es el punto de unión de Torrelavit y Sant Pere de Riudebitlles. No llegamos a contar tantos escalones, pero aun así, el tramo es largo y pesado.
Camí del Riu de Sant Pere de Riudebitlles
Dejamos Torrelavit para entrar en el término municipal de Sant Pere de Riudebitlles. Primero pasamos por una zona de fábricas y luego llegamos al Molí de la Font. Este molino abandonado está en una hondonada, donde hay dos molinos más y los antiguos lavaderos.
A la izquierda vamos hacia el pueblo, que es lo que nosotros hicimos antes de volver a Torrelavit. Visitamos Sant Pere de Riudebitlles y nos quedamos a comer en el restaurante Clos d’en Pep.
Si quieres volver ya a Torrelavit, cruza el puente hacia la derecha que va al barrio de l’Altre Banda (no pensaron mucho en qué nombre darle al barrio). Luego gira a la derecha por la calle Bonavista. Irás a parar a una carretera llamada el Camí de les Hortes.
Es una carretera sin apenas tráfico, con campos de cultivo y viñedos a ambos lados. A la derecha verás las casas y molinos por los que hemos pasado y la vegetación alrededor del río Bitlles.
Ya solo queda entrar al núcleo urbano de Torrelavit, seguir por la calle de la Font hasta llegar a la calle Major. Para volver al aparcamiento del pabellón deportivo, cruza por el original Pont de les Escoles construido en 1929, que salva el desnivel del Torrent de Mas Vendrell. Se llama así porque al otro lado de la riera está la escuela, y el puente se construyó gracias a las quejas de los habitantes de tener que atravesar el torrente para llevar a los niños al cole.
¿Sabías que el nombre de Torrelavit es relativamente nuevo? En 1920 los municipios de Terrassola y Lavit se unieron, aunque los intentos de unión empezaron años antes. Por eso hay dos iglesias en Torrelavit: iglesia de Sant Marçal de Terassola y la de Santa Maria de Lavit.
Qué ver en Sant Pere de Riudebitlles
Te recomiendo que visites Sant Pere de Riudebitlles, ya que tiene un casco antiguo interensante, con callejuelas de piedra y canales de agua en la calle Major. La biblioteca está en el Casal dels Marquesos de Llió, un edificio de estilo gótico que ahora están restaurando la fachada. En la parte derecha del edificio está las «Voltes del Quirri”, un pasadizo para pasar por detrás del edificio. Tampoco te puedes perder la plaza de la iglesia y la de las Eres que es donde está el Ayuntamiento.
Por casualidad, nos encontramos con el alcalde en la plaza de la iglesia, y tuvimos la oportunidad de entablar una conversación en la que nos explicó numerosos aspectos interesantes sobre Sant Pere de Riudebitlles. Esos son los giros inesperados de la vida.
Te habrás dado cuenta de que el pueblo tiene el nombre del río: riu de Bitlles. El río siempre ha sido muy importante en la economía del municipio, ya que dio trabajo a sus habitantes en los molinos papeleros y agua para hacer crecer las hortalizas en los huertos. Por eso en Sant Pere de Riudebitlles hay un significativo sistema hidráulico con canales de agua e inclusas. Verás los canales en varias partes del pueblo (en la calle Mayor y en el Camí de Baix). Además, está previsto hacer un museo en el Molí de Cal Xerta, uno de los molinos más antiguos del pueblo.
En las paredes de Sant Pere de Riudebitlles hay pequeñas obras de arte en forma de murales. Resulta que hacen dos festivales artísticos: la Biennal d’Art los años pares y los impares, celebran el Glop d’ART. Ten ven abierto los ojos porque en cualquier lado, verás alguna manifestación artística que llame tu atención.
En el caso de que quisieras alargar la excursión del Camí del Riu dirección Sant Quintí de Mediona, tendrías que seguir por debajo del puente del Molí de la Font, dónde están los antiguos lavaderos. Cómo puntos de interés está la Font del Quadres, els Plàtans del Soler y el Pèlag Bullidor donde los niños aprendían a nadar.
Els Plàtans del Soler es un zona con mesas de pícnic muy bonita y sombreada. A las afueras de Sant Pere de Riudebitlles hay otra zona para comer de pícnic en el acueducto del Pont Nou, de origen medieval y que aún lleva agua. Tendremos que volver para ir a visitarlo, porque se ve muy chulo.
Dónde comer en Sant Pere de Riudebitlles
Te recomendamos el restaurant Clos d’en Pep, que ofrecen un menú de sábado por 17 € con productos de temporada. Tienen una terraza muy agradable donde podrás comer al aire libre. Para comer algo rápido el Centre Cultural i Recreatiu es una buena opción. Ideal para tomar un café, un bocadillo, una pizza o un plato combinado.
También nos han recomendado el restaurante La Taverna d’en Silè.
Dónde alojarse cerca del Camí del Riu
Para grupos grandes, la mejor opción es la casa rural El Molí Blanc en pleno Camí del Riu. También está la Masia Can Comas con capacidad para cuatro personas. Ambas casas rurales tienen barbacoa y piscina. Si lo que quieres es un hotel, en Sant Pere de Riudebitlles está el Hotel rural HD Riudebitlles art i allotjament. Está decorado con obras de arte, hay un pequeño jardín y comedor donde se sirven los desayunos.
ℹ️ En Sant Pere de Riudebitlles hay una pequeña área de autocaravanas gratuita con vaciado de aguas grises y negras, agua y dos mesas de pícnic. Ubicación.
Miravinya La Cadira: lugar imprescindible qué ver en Torrelavit
No te vayas de Torrelavit sin acercarte a ver la silla gigante Miravinya La Cadira. Forma parte de los 5 miradores repartidos por el Alt Penedès, que se crearon para ser un reclamo turístico y descubrir la comarca. Cada mirador tiene un código QR para escuchar una historia relacionada con el entorno.
La silla gigante Miravinya La Cadira está encima de un pequeño cerro llamado la Malgranada y se puede acceder fácilmente, dejando el coche aparcado en el margen de la pista de tierra (ver ubicación). Está más cerca de Sant Pere de Riudebitlles que de Torrelavit.
También hay una pequeña réplica de la silla gigante a pocos metros. Si puedes ves al atardecer. Las vistas son fantásticas: campos de cultivo, viñedos, bosque y la silueta del macizo de Montserrat. Un broche final a una maravillosa jornada familiar, descubriendo una de las rutas más chulas que hemos hecho en el Alt Penedès.
Más propuestas cerca del Camí del Riu
- Centre d’Interpretació de l’Aigua de Torrelavit
- Visita a bodegas: Jean Leon, Segura Viudas, Joan Segura Pujadas, Canals Nadal y Mas Rodó
- Creu de terme de Lavit: cruz de piedra que delimita el término municipal
- Sant Sadurní d’Anoia: visita a la fábríca de chocolate Simon Coll y al Cava Centre
- Salts d’Aigua de Cabrera d’Anoia: excursión por cascadas
- Les Deus Aventura: tirolinas y vias ferratas
- Castell de Mediona
Otras excursiones en el Alt Penedès
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